Breve Historia

 

El Círculo Amistad Numancia, el popular Casino como se le conoce, es el resultado de la  unión de dos instituciones más que centenarias. La primera en el tiempo, el Casino de Numancia, se constituyó en Soria en 1848,  y definía, en sus primeros Estatutos, su fin destinado a “la distracción y pasatiempo de las personas de buena Sociedad”, y del Círculo de la Amistad, fundado en 1865, con parecidos fines que la anterior, “la distracción y la ilustración de los socios que la componen”.

Ambas se ubicaban en el mismo edificio del Collado, la primera ocupaba la planta de arriba y la segunda el bajo principal, y convivieron durante muchos años hasta que, por problemas económicos, en el año 1961 el Casino de Numancia fue “absorbido “ por el Círculo constituyéndose la actual Sociedad .

Tenemos pues una Institución cuyos orígenes se remontan al reinado de Isabel II, 1844-1868, época de gran interés con el advenimiento del régimen liberal con sus corrientes parlamentarias y progresistas.

El  casino español es una mezcla entre el club inglés (masculino y exclusivo) y el italiano (cafés en la planta baja y lugar de juego en la segunda). De hecho el propio término “casino” es italiano.

Para este Casino soriano se eligió el nombre de Numancia porque sus fundadores se sentían, dentro del ambiente romántico idealista de la época,“herederos legítimos de las glorias de un gran pueblo, admiración del mundo por su valor, su heroísmo y su amor patrio”.

El casino isabelino estará igualmente ligado a la historia de una nueva clase social, la burguesía, surgida de un orden económico nuevo, el capitalismo. Son los miembros de esta nueva clase social los que presentan una cohesión en sus valores y formas de vida, adquiriendo una conciencia de identidad colectiva y un modelo social con unas características propias como la compartimentación del ocio, el principio de respetabilidad social, el escaparate de los valores burgueses, el culto al progreso, etc.

Siendo la institución un distintivo de la nueva clase dirigente capitalina  no es de extrañar que el ingreso en la misma fuese visto también como un medio de adquirir mayor renombre o aceptación social, extremando las precauciones a la hora de las admisiones a nuevos socios (hasta bien entrado el siglo XX, masculinos), y siendo importante la continuidad generacional de los primeros miembros o fundadores.

Las actividades más importantes de sus socios eran la fiesta, el juego, la tertulia y la lectura pero su protagonismo en la sociedad soriana fue relevante en otras parcelas como actos culturales, beneficencia, etc. Eran un compendio de afirmación de prestigio y de relación social, estando presente en todas las facetas de la vida social soriana.